Ahora mismo que escribo estos caracteres me llega un mensaje vía celular que los boletos para la función del día de hoy miércoles 28 de septiembre del 2011; “Amuleto”, están agotados, eso pasa a las 11.30 am. Eso mismo sucedió el día anterior martes con la obra de Línea de Sombra, “La Forma que se Despliega”, que por las exigencias del grupo solo pudieron verlos más de 100 en dos funciones. Todo esto ocurre en el marco del Festival de Teatro Universitario de la Universidad de Sonora. La pregunta es: primeramente. ¿Porqué hacerlo en un foro tan pequeño como el de Bellas Artes? ¿Está ocupado el Teatro Emiliana de Zubeldía? Bien, pues nos esperamos, no pasa nada. Traer un grupo como Línea de Sombra de prestigio Internacional para que los vean unos cuantos, no cuadra. ¿Cuánto cobra el grupo? ¿De dónde sale la lana?
El festival tendría que ser abierto a un público en general. Seguro me dirán que así es. Pero no, no es así; está hecho para unos cuantos, casi todos sino que todos, para maestros y alumnos de las licenciaturas en artes. Eso esta bien; ¿pero y el espectador en general, y los pocos periodistas culturales que hay en la ciudad? Me cuento entre ellos, no fui invitado y nunca lo soy, pero, pudiese haber comprado los boletos. ¿Y ahora porque jodidos los venden? Hacia donde se va el poco dinero que se obtiene de las entradas. ¿Y el presupuesto para dicho festival de donde proviene? De los contribuyentes organizadores, del erario, de la gente, del pueblo. Entonces como queremos que el pueblo tenga acceso a el arte y la cultura si los mismos que lo hacemos nos la restregamos en el culo.
Los talleres que se están impartiendo solo son para los alumnos inscritos en la licenciatura en artes opción teatro supongo. Y vuelvo a lo mismo; eso está bien; pero porque no organizar otro para actores de la localidad que no tienen que ver con la universidad directamente; aunque muchos pasamos ya por las filas de nuestra alma mater. El festival no tiene porque ser privativo de algunos, y si es así que pongan el dinero de sus bolsillos.
A Rosa María Cifuentes me la acerqué para pedirle boletos para cubrir el evento con nuestros comentarios y críticas, buenas o malas, es importante. En el momento que esto sucedía Marcos (González) le llama para presentarle a alguien y me quedo como loco hablando solo. Rosa María no me conoce, y esto sucede porque viven en el mundito universitario nada más. Por supuesto que no he podido entrar. Ya son dos días, espero que Oswaldo (Sánchez) si me consiga ese boleto para poder ver a Teatro de Karne y “Su Servidor de Dos Amos”, dirigida la obra por quien puede ser la directora del futuro en este desértico estado, si la dejan y no le ponen trabas como siempre sucede ante la envidia y la falta de capacidad y profesionalismo de algunitos, me refiero a Elizabeth Vargas (La directora, por aquello de que la confundan con algunitos).
Esto escrito podría ser peor y denunciar tantas cosas, pero por hoy me quedo aquí, si hay continuación lo sabrán muy pronto. Los sonorenses no tenemos porque pagar festivales privados, y no tenemos porque solapar a unos cuantos imbéciles que destruyen la imagen de nuestra universidad.
Fernando Muñoz.