Homenaje A Jorge Velarde Y Sor Juana con combinaciones modernas.

Homenaje A Jorge Velarde Y Sor Juana con combinaciones modernas.

Homenaje A Jorge Velarde.

Se inauguró el Décimo Festival Universitario de Teatro en Hermosillo, Sonora, México, en el Foro de Bellas Artes de la Universidad de Sonora. Un poco después de la diez y nueve horas tomó la palabra alguien que no se su nombre para presentar (que por cierto no se supo su nombre, yo menos) a quien en representación del rector inauguraría dicho festival en Homenaje al Maestro Jorge Velarde. Gente de teatro como Luis Enrique García, Oscar Carrizosa y Marcos González tomarían la palabra para recordar algunas anécdotas y refrescar la memoria de quienes en alguna ocasión nos toco el madrazo de Velarde.

Luis Enrique García tiene un par de libros que sería interesante  auscultar como doctor a su paciente para saber de quien estamos hablando; “Memoria Teatral de la Unisón 1954-1984”, y “Siete Notas para Bellas Artes”. Velarde un personaje único: escenógrafo, actor y director teatral, este último oficio es el que ejerce con tino, rompiendo los cánones de su época como bien lo mencionó González. En su participación simpática Carrizosa rememoró la llegada de Jorge a la Universidad de Sonora a invitación expresa de Alberto Estrella (para saber, más de él, leer los libros de Luis Enrique) allá por el año 1964 cuando viene de Guaymas a presentar “Las Alas del Pez”, de Sánchez Mayáns, y cuyo trabajo causó reacciones alentadoras para un joven director salido de quien sabe donde, bueno, ya para entonces Velarde había estado en México, D.F, aprendiendo lo que nunca dejaría de hacer.

Un año antes de su muerte y en una visita que tuve el bien de hacerle a su casa, entre perros “bichis” o bien llamados xoloitzcuintles me enseño algunos de sus tesoros, los libros y fotos y montajes que había realizado, alegre recordó algunos pasajes de vida teatral; pero también me dijo que estaba hasta la madre del teatro y específicamente de todos los que hacíamos teatro (seguro nos extrañaba): “así era él”, un tipo que no se bajaba la chingada madre ni para comer. Lo recordamos con cariño quienes tuvimos la oportunidad de tumbarle en alguna ocasión su gorrita de golfista, ya se imaginarán la reacción.

Sor Juana con combinaciones modernas.

Más tarde en el Foro de Bellas Artes de la Universidad se presentó Sor Juana en el Spa con los alumnos de la licenciatura en teatro del octavo semestre bajo la batuta de Cristina Michaus. La obra desde el principio nos advierte la densidad a la que vamos a estar sometidos. Esa correlación de Sor Juana con un Spa no hace más que llamar la atención para bien o para mal. La discordante anécdota de un tipo que al borde de  la muerte con poder y dinero compra la negligencia de unos cómplices para robar el alma de seis mujeres escogidas al azar, si acaso, para tratar de subsistir en el mundo de la corrupción, la falta de ética (acaso existe la ética cuando matas la ilusión) y el engaño (¿quién no sospecha de alguien que tiene demasiado dinero?).

Las imágenes en la escena no son tan impactantes, pero si apabullantes; ¿A quién le gustaría saber de esas historias crueles en cercanía? Es decir que le pase a algún miembro de la familia, amigo, y lo que es peor, a ti mismo. Mujeres encerradas en algún lugar extraño con el fin de obtener un producto para el patriarca, el hijo de puta capaz de cualquier cosa para no morir y seguir oprimiendo y maltratando la conciencia colectiva de manera brutal que además de física para volverte loco y a punto del suicidio.

La obra tiene su connotación social y política, es claro, y se agradece….pero el montaje a pesar de contar con un estilo interesante en el concepto, ya sea actoral, escenográfico, musical y hasta luminotécnico, existe el vacío exasperante de la repetición escénica accional y dramática que cae en una especie de exabrupto hacia el tema, porque a quien no le aterra, el maltrato, la humillación, la discriminación, las violaciones hacia tantas mujeres en el mundo, ejemplo los hay muchos y siguen estando en las notas rojas de periódicos y noticias televisivas día con día. Se han creado programas para contener este alto índice por parte de las autoridades en todo el país, pero de nada sirve cuando lo manejan imbéciles que como el señor cancerígeno les importa un bledo el bienestar de los demás; cumplen con su función de trogloditas presupuestales y con cifras que se ocultan para mantener la imagen del gobierno. Eso de la imagen es lo más asqueroso, las mujeres y también los hombres que son víctimas de atropellos solo son parte de números para conseguir más recursos, eso sí que es la crucifixión de todos los habitantes que votamos y botamos como sapos en la coladera.

La puesta en escena tiene una duración que no es necesaria. Esos videos mal elaborados, dan al traste con el buen desempeño de algunos de los actores, no todos, pero mencionarlo no tiene caso, es el aprendizaje y la autocrítica los que les enseñará el camino de la emoción sublime. El manejo del espacio con esas rejas que nos involucran en el mundo del flagelo, a veces estorban, pero es un recurso atractivo y contundente. El canto a la poesía de Sor Juana con arreglos musicales novedosos, son un tanto a veces quisquillosos, no por atractivo es mejor; y luego aunado a las capacidades cánticas lejanas de los participantes, cual descuadre vocal y  en tonos distintos  a la música aflora el problema del ritmo, no solo en lo musical, sino también en el ritmo escénico, que permite al espectador sentir ciertos vacíos de ilación en la construcción y fundamentación de la obra, silencios opacos.

La dramaturgia  es frágil, diría que no convence. Existe un hueco hondo en la palabrería, un tanto coloquial, que no por eso es mala, sino que la composición se queda lejos de una amalgama con la poesía de la décima musa, podemos entender la diferencia, de actualización, pero la dramaturgia también es poesía, aunque las palabras y su construcción textual sean sencillas.

Fernando Muñoz