Hablando de cultura; Jorge Durazo.

08.02.2011 06:17

 

Por Alejandra Mena. Fragmento tomado de proyecto puente. https://proyectopuente.com.mx/

  Foto: Fernando Muñoz

 

 

 

 

Sufre por el arte…

Jorge Durazo estudió en Hermosillo, la Ciudad de México y París, Francia. En dichas ciudades se preparó en artes, pero también se conoció a sí mismo y adquirió referentes que aplica en su trabajo artístico.

Pero, a pesar de su capacidad, se ha encontrado con que hacer teatro en Sonora es una hazaña.

Además de que el consumo de arte es poco, el impulso del gobierno a la creación artística es insuficiente.

“Las becas locales son ‘tortibonos’, porque de 4 mil pesos no te alcanza para crear una obra donde tienes que hacer tu producción. Verdaderamente es risible lo que hace el estado de Sonora. Es uno de los estados que más pobres tiene los premios”, aseveró.

Esta escasez de apoyos motiva al histrión a buscar sus propios medios para hacer lo que más le gusta, que es el teatro.

Para obtener recursos brinda terapias sicológicas y de sicomotricidad, imparte conferencias sobre temas humanistas, participa en programas de radio.

Hace pocos meses, montó el concepto teatro-bar en Las Chulas Restaurante, en Hermosillo, para presentar una serie de funciones de “Todo el glamour de la Doña”.

Actualmente escribe algunas obras. Y mantiene una gira estatal de “Todo el glamour…”.

Y como “La Doña”, Jorge Durazo no tiene empachos al hablar. En exclusiva para la revista electrónica PUENTE, cuestiona el impulso que el Estado le da al arte y comparte su sentir sobre su oficio.

 

 

¿Qué significa ser artista en Sonora?

Es una tragedia. En Sinaloa ya nos están dando lecciones de cómo se deben hacer las cosas. Antes era el ISC (Instituto Sonorense de Cultura) el que le daba información de cómo hacerlo, pero ahora resulta que muchos artistas están emigrando porque ven más oportunidades. En Sonora se apoya a los que vienen de fuera y, si no lo crees, analicemos el programa de los festivales. Por eso hay tanta fuga de artistas. El artista es trastocado sexenalmente.

¿Y las instituciones culturales?

Nos han tomado como escudo para configurar instituciones que protegen con un 70% a la nómina y lo administrativo, 20% para eventos y dejan un 10% para la creatividad, cuando debe ser lo contrario. No necesitamos tantos escritorios sino que el pueblo reciba la obra del creativo. Agarran a las instituciones culturales como escalafón político, pero ¿realmente hay una pasión por el arte?

¿Qué consideras que debería hacer el gobierno para impulsar el teatro?

Urge hacer una revisión de la ley de Cultura en Sonora. Parece que no han entendido que el arte tiene que ser parte de la canasta básica del mexicano. Sobre todo del sonorense. Porque hay la idea de que somos de vacas, que somos de rancho. Finalmente de ahí venimos. Pero estamos en el siglo XXI y todo tiene que ser global: Arte para todos.

Si el arte es una forma de expresión del hombre ¿Qué quiere expresar Jorge Durazo?

Los sueños, las fantasías, el análisis de una sociedad. Yo nací prácticamente en una ranchería donde no vi la luz eléctrica hasta los 11 años, pero de grande viví en París y lugares donde uno necesita planos para no perderse. Nací en un rinconcito llamado Granados y contemplo al mundo como genéticamente vengo estructurado. De ahí surgen todas mis fantasías y todo lo que quiero plasmar.

Dicen que el arte genera cambios

¿Qué buscas cambiar?

Sería soberbio decir que quiero generar un cambio. Creo que el cambio empieza por uno mismo y a mí el arte sí me ha cambiado. Si el otro se engancha en la obra de arte, es que lo requiere en ese momento, pero querer generar cambios suena a un rollo institucional. No creo que Van Goh, Frida Kahlo o Mozart estuvieran pensando en generar cambios, estaban generando su propio cambio, entregados al placer y displacer de crear.

¿Por qué dices que el arte es un reflejo divino?

La creación para mí es un reflejo divino. Pero, más que reflejar a Dios, refleja algo que se le ha escapado a la ciencia: Una forma, un color, un texto, que ahí están, pero hasta que se concretizan los vemos. Y cuando hacen vibrar al otro, ahí está lo divino.

¿Cuáles son tus obras más importantes?

Tengo obras premiadas en el certamen del libro sonorense como “Eso lo dejamos al final”, “Tres en una” y “Las Uranias”. Otras obras de mi autoría son “Después de la cama, ¿qué?”, “Tan frescas y alechugadas” (en coautoría con Norma Alicia Pimienta) y “Las voces de María Callas”, ópera en la que participó Maribel Ferrales y que estuvo en Las fiestas del Pitic y el Festival Alfonso Ortiz Tirado. Y ahorita estoy de gira con “Todo el glamour de La Doña”, que ya lleva más de 180 representaciones.