Rambla Luminosa desde Barcelona

30.09.2010 18:19

 

Rambla Luminosa desde Barcelona

La Mercè: entre enaltecer la tradición y ponerse como estúpido.

Hermes D. Ceniceros

 

Del 23 al 26 de septiembre se celebran las fiestas de la Mercè, la patrona de Barcelona, y cómo en todas las fiestas populares esta fue una oportunidad de hacer dos cosas en las calles: “manifestarse artísticamente o ponerse bien pedo”. Para hablar de estas fiestas de la Mercè a modo de crónica creo que antes debo hablar un poco del contexto histórico y socio-económico que se vive en Catalunya y España. Primero hay que decir que España esta viviendo unos tiempos de cambios en sus políticas económicas, sociales e incluso políticas. Por otro lado la crisis mundial que empezó con la caída del mercado inmobiliario de USA y la reciente crisis griega que puso en peligro la estabilidad del euro en este año, han hecho que por distintas partes la política económica de España cambie.

Después de varios años de una política económica que apostó por el estado del bienestar (algo que en México no se conoce porque de la dictadura perfecta del PRI se paso al fascismo de los tecnócratas que con Fox solo cambiaron de colores para legitimar su nuevo orden) este año Zapatero tuvo que hacer unas reformas económicas que bajo el pretexto de la austeridad por la crisis hizo retroceder varios de los logros del estado del bienestar que se habían alcanzado en los últimos años, esto implico que se relucieran las pensiones y otras prestaciones (las pensiones aquí no son como las de México, las pensiones más bajas son más de 1000 euros al mes.). Todo esto pues, genero una serie de movimientos de protesta en España que han llevado a que el 29 de Septiembre se dé una huelga general (algo que tampoco se conoce en México porque la mayoría de los sindicatos son charros y la sociedad civil mexicana no esta tan organizada como la española por varios motivos, uno de ellos es que desde hace tiempo el Estado mexicano y la industria mexicana a través de Televisa y TV azteca se han encargado de idiotizar a la clase media). A esta huelga en Catalunya se les agregan los conflictos por la desaprobación del estatuto de Cataluña que tienen la Generalitat de Catalunya y el Estado de España que nuevamente han provocado una serie de movimientos independentistas que tendrán un referéndum en el 2011.

¿Qué tienen que ver estos dos movimientos políticos y socio-económicos con las fiestas de la patrona de Barcelona?

Para comenzar, que las fiestas populares no solo deben ser para que el estado derroche  dinero y la gente éste atontada creyendo que la élite política piensa en ellos como sucede en Hermosillo con las Fiestas del Pitic y la Expo; estas deben también ser un espacio para que el pueblo manifieste sus emociones, sus creencias, sus posturas, es decir, son el espacio que el Estado les permite a los pueblos para que se expresen en todo su esplendor cultural, étnico, religioso, social, económico y también político. Esto en Barcelona se entiende muy bien y por eso estas fiestas de la Mercè divagan entre la enajenación y la manifestación de las creencias políticas, sociales y económicas más autenticas del pueblo catalán.

Una vez descrito el contexto sociopolítico puedo pasar a hablar de las fiestas. De los primeros dos días no hablare nada porque digamos que fueron la parte más enajenante de las fiestas, puras pedas y metederas de mano. El tercer día, aun en estado de cruda, decidí ponerme las gafas para el sol y caminar por la Ciudadela donde sabia que iban a haber manifestaciones artísticas callejeras. Lo primero que vi llegando fue a una banda de música tocando jazz dentro de una rueda metálica que era conducida por dos ciclistas; en el recorrer por los jardines del parque entre la multitud que los seguía, me paré y volví a caminar para escuchar la música y maravillarme con el ingenioso medio de transporte. Yo seguí a la muchedumbre hasta llegar a la fuente principal donde sabía que estaba el escenario principal del parque; vi el programa y me encontré con que estaba a punto de empezar una función en el escenario principal, el cual tenía a un lado una grúa mecánica industrial, de esas que usan para subir cosas en los rascacielos en construcción, me senté para esperar la función, el escenario estaba compuesto por un kiosco de jardín estilo neoclásico, de los que Jane Austen podría describir mejor, y sus pilares parecían ser hecho de tela. Antes de que la función empezara una batucada comienza a hacer sonar sus tambores y un silbato llama a que se escuche la voz de una joven con rastas que invita al público a participar en la huelga general del 29 de septiembre, otro grupo de seguidores de Bob Marlyn reparten flyers de la huelga y se van a otros escenarios para seguir convocando huelguistas.

Poco después apareció en el escenario una bandolinista que se sentó en la esquina izquierda del escenario, inmediatamente sale una especie de sacerdotisa druida y un tipo que vestía como conductor de limosinas. Los dos se ponen a cantar mientras que el kiosco se eleva y yo caigo en cuenta que lo que parecían los pilares eran unas chicas cubiertas por la tela que ahora las sostenía por el aire. El kiosco da vueltas por los aires pasando por arriba del público que queda maravillado mientras que en el escenario entran cuatro tipos vestidos como altos ejecutivos con maletines y toda la cosa. De las columnas salen unas ninfas que posteriormente se convertirían en unas señoritas muy bien educadas -como a las que Rubén Darío le dedicaba poemas- y seducen a los ejecutivos quitándoles sus maletines y mandándolos a volar con ellas. En pocas palabras la metáfora es que las mujeres hacen que los hombres se olviden del trabajo para enamorarse y volar enamorados con ellas y tener así un final feliz tipo Walt Disney. Si uno ve la danza aérea con ingenuidad se maravillara de los movimientos, de las formas que los bailarines aéreos hacen colgados del kiosco y se terminan creyendo el final feliz con la ingenuidad de no ver que el personaje más importante de la puesta en escena es el conductor de la grúa que eleva a los bailarines por los aires y manipula su vuelo para enajenar al público y hacerlos creer que el amor es esa cosa que se describe en las novela románticas del siglo XIX y definen los roles sociales de los buenos maridos y las buenas esposas con el que el establishment quiere que caigamos para manipular nuestras vidas como agentes de consumo en su mercado.

En la noche de ese sábado fui a ver a Ok Go y a Belle & Sebastian en la antigua Fabrica Estrella Damm. Lo que sucede el resto de la noche no lo comento porque como caballero que soy no tengo memoria. Al día siguiente intenté  levantarme lo más temprano posible por dos motivos, el primero no les importa y el segundo fue que quería ver si se caía un niño en los castellets. Mientras empezaba el evento me fui a tomar un café por el Barri Gotico y cuando veía que la gente empezaba a aglutinarse en la plaza de Sant Jaume me fui con la muchedumbre para estar al principio del espectáculo. En poco tiempo la plaza estaba llena al igual que las calles que llevaban a ella y en ese momento desde la terraza de uno de los edificios nos rodean un grupo de manifestantes y dejan caer un gran letrero para invitar al referéndum independentista. La plaza entera responde con aplausos y los manifestantes saludan como héroes o como si hubieran sido uno de los grupos de los castellets después de haber hecho una gran exhibición de unión y trabajo en equipo que son los dos de valores que representan esas pirámides humanas para los catalanes. Aquí creo importante explicar que son estas exhibiciones que hacen los catalanes. Básicamente los castellets son pirámides humanas que se hacen entre miembros de distintas edades, pesos y sexo de una comunidad. La altura que llegan alcanzar estas autenticas edificaciones humanas, no miento llegan alcanzar la altura de edificios de 5 plantas y en ellas hay una estructura bastante rígida en la cual los hombres más grandes conforman la base, de la primera planta, es decir soportan todo el peso de la comunidad que llevan encima. Las siguientes plantas se conforman por jóvenes varones, luego por las mujeres y le siguen los adolecentes, los niños, hasta que por último dos niños más pequeños suben hasta la cima y uno se posa para que el otro pase por encima de él e inmediatamente bajen para que el resto haga lo mismo. Supongamos que este pasar del niño más pequeño por encima de toda la pirámide es algo así como un ritual iniciático para representar a la comunidad como un castillo humano con una estructura muy bien definida, en la cual todos los miembros dependen el uno del otro para hacer que los niños pasen a un nuevo nivel de pertenencia en la sociedad. Por este motivo cuando el niño más pequeño sube, saca los suspiros de los espectadores y cuando baja rápidamente apenas saca uno que otro aplauso; pero cuando la pirámide se deshace y llega a la base, el público se rompe en ovaciones y son los grandes quienes conforman esa base los que realmente disfrutan los aplausos por haber resistido y haber cargado encima a todos, para que el niño predestinado lograra su objetivo.

 [1]Esta representación de los valores de una comunidad, en este caso la comunidad catalana son una exhibición espectacular que se a preservado a través de los tiempos y de las desgracias y que al lado de los voladores enajenadores que también se vieron en las fiestas de la Mercè manejan unos valores y un mensaje más poderoso y más significativo para los asistentes, tanto es así que pasan los tiempos y el espectáculo de los castellets continua y son indispensables para que estas fiestas tengan sentido.

 

[1] Lo siento pero no puedo hacer la comparación con la sociedad mexicana y hacer una crítica porque nací en México y me mal educaron con sus valores. Por eso mientras veía los castellets trate de imaginarme a unos mexicanos haciéndolos y la única imagen que pude ver fue la de una pila de niños calcinados en la base, unos indígenas muertos de hambre en la miseria de segundo piso, en el tercero jóvenes desempleados y sin futuro, en el cuarto mujeres golpeadas y maltratadas viendo las novelas de Televisa y TV Azteca, en el quinto las cruces de las muertas de Juárez, en el séptimo niños confesando que quieren ser narcos cuando sean grandes y en la cúspide haciendo proselitismo pendejo a Calderón vestido de militar creyendo que se merece los aplausos del mundo. Bonitos castellets haríamos los mexicanos con los valores jodidos que tenemos como sociedad.